DÍA INTERNACIONAL DE LA FAMILIA. (Cerro Muriano-Córdoba)
El pasado sábado 11 de mayo simpatizantes, familiares y militantes de la Hoac de Córdoba celebramos una jornada de convivencia fraterna con motivo de la celebración del Día internacional de la Familia en la parroquia de la barriada de Cerro Muriano de Córdoba, convocados por el Sector Familia de la Hoac de Córdoba. Asistieron más de un centenar de personas procedentes de diferentes comunidades parroquiales de la diócesis y de diversos equipos, así como miembros de la asociación de los barrios ignorados de Córdoba.
Comenzó la jornada con una charla-reflexión, que nos expuso magistralmente José Ramón (antiguo militante de la Hoac) en torno al lema de nuestro gesto comunitario: “La persona es lo primero”.
A continuación todos compartimos al aire libre un tapeo y un almuerzo a base de paellas de arroces y postres caseros en los terrenos colindantes a la parroquia de Cerro Muriano.
Para finalizar esta espléndida jornada comunitaria y fraterna, celebramos la eucaristía dirigida por nuestro consiliario Domingo Ruíz.
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| Charla-Reflexión de José Ramón. |
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Asistentes a la Charla en el salón parroquial
de Cerro Muriano. |
Diferentes momentos de la convivencia y de la comida campera.
Celebración de la Eucaristía
Resumen de la charla-reflexión
Comenzó José Ramón recordándonos lo que somos las personas:
<!--[if !supportLists]-->- <!--[endif]-->Imagen de Dios (iguales y libres en el amor, en la comunión).
<!--[if !supportLists]-->- <!--[endif]-->Llamados, en Jesucristo, a la plenitud, a la felicidad.
<!--[if !supportLists]-->- <!--[endif]-->Como Jesús, las personas somos hijos de Dios y encargados de este mundo, de esta humanidad.
<!--[if !supportLists]-->- <!--[endif]-->Portadores del Espíritu creador del Padre y del Espíritu Mesiánico del Hijo.
<!--[if !supportLists]-->- <!--[endif]-->Ungidos por Dios con dones que nos hacen capaces de ir cambiando la realidad hacia el Reinado de Dios.
¡Así de grandes nos ha hecho Dios! Nos decía. Y consecuentemente, esta fe en lo que es la persona, la tenemos que vivir en el mundo y en la historia, en el lugar y el momento que nos ha tocado, esto es, en medio de esta crisis: económica, social y política.
Pero en el fondo de esta crisis económica, social y política apuntaba que había una profunda crisis ética y moral: cultura del pelotazo, etc. Y más aún , hay una crisis antropológica, crisis de la persona, en la que la persona se desnaturalizaba, se deshumanizaba, se despersonalizaba.
En definitiva, la persona humana se alienaba porque:
<!--[if !supportLists]-->1. <!--[endif]-->Se subordina al dinero, a la economía (el trabajo de la persona se reduce a mercancía, y ella misma, a ser un medio más de producción, un objeto). Se instrumentaliza a la persona, se la explota o se la margina.
<!--[if !supportLists]-->2. <!--[endif]-->Se subordina al poder, al Estado (los poderes del Estado invaden la vida de las personas y los grupos, y se reduce el campo de la responsabilidad personal y grupal). Esta opresión política pretende y consigue anular la participación.
<!--[if !supportLists]-->3. <!--[endif]-->Se subordina a la cultura del Sistema. El sistema neoliberal domina a las personas inoculándoles su cultura, su manera de pensar, sentir y actuar.
Hoy en día toda la vida se centra en la búsqueda individualista del máximo beneficio económico para conseguir el máximo disfrute propio, a toda costa y por encima de todo.
Y todo esto genera una forma de vida basada en PRODUCIR-CONSUMIR, o sea, el ser humano se reduce a ser un productor-consumidor que genera la sociedad de las
3 “G”: Ganar-Gastar-Gozar. Y entonces todo se mercantiliza y la persona se deshumaniza, se despersonaliza y desnaturaliza. Todo ello trae como consecuencia: el sufrimiento humano.
Todo este sufrimiento supone la negación más absoluta de lo que hemos dicho que es la persona.
La iglesia y su magisterio también se ha pronunciado sobre este tema:
“la cuestión social se ha convertido, en su raíz, en una cuestión antropológica.”
( C.V. 75)
“La persona debe ser la autora, el centro, y el fin de toda la vida económica-social”. (G.S.63) .
Esto es, la persona debe ser:
LA AUTORA: Actora, protagonista, no sólo destinataria. Sujeto y no objeto.
EL CENTRO: Todo ha de ser pensado y organizado en torno a ella, teniéndola presente. Porque la persona es el quicio del desarrollo integral del individuo y de la sociedad.
EL FIN: Todo subordinado a ella, y no al revés. Siempre debe ser Fin, nunca medio. Su valor es absoluto y prioritario. Todo debe estar a su servicio.
En consecuencia “la persona es lo primero”, preferentemente los pobres, los últimos.
Una vez expuesto lo que debe ser la persona humana y la manera en que el sistema nos ha ido arrebatando su esencia, finalizó su reflexión planteando la cuestión: ¿QUÉ HACER? Hoy en día, centrando la respuesta en el desarrollo de dos objetivos a desarrollar:
<!--[if !supportLists]-->1. <!--[endif]-->HUMANIZARNOS, PERSONALIZARNOS.
<!--[if !supportLists]-->A. <!--[endif]--> No consentir que nos utilicen o nos instrumentalicen. No dejarnos tratar como mercancías, como cosas, como máquinas.
No utilizar o instrumentalizar a los demás.
<!--[if !supportLists]-->B. <!--[endif]-->No dejarnos oprimir, es decir, animarnos a participar. Que no nos quiten nuestra responsabilidad.
No oprimir a los demás, no imponernos, dejar participar.
<!--[if !supportLists]-->C. <!--[endif]-->No dejarnos dominar por la cultura del sistema. Hay que pensar, sentir y actuar de otra manera: al estilo de Jesús.
No dominar a los demás, no manipular, ni adoctrinar.
<!--[if !supportLists]-->2. <!--[endif]-->ABRIR CAMINOS DE HUMANIZACIÓN.
<!--[if !supportLists]-->D. <!--[endif]-->Conocer vitalmente las situaciones de sufrimiento. Acercarse y acompañar a las personas que sufren.
<!--[if !supportLists]-->E. <!--[endif]-->Denunciar a los cuatro vientos este sufrimiento para crear conciencia y despertar solidaridad.
<!--[if !supportLists]-->F. <!--[endif]-->Implicarse, implicar a otros y colaborar con quienes afrontan estas situaciones buscando, proponiendo y exigiendo soluciones.
<!--[if !supportLists]-->G. <!--[endif]-->Contagiar con nuestra vida lo que creemos que es la persona.
TODO ELLO EN COMUNIDAD, CON OTROS.
